Mariano Rajoy Bonaparte

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, llegó al Stade de France a las 20:40 y se sentó en el palco de autoridades tras entrevistarse antes con François Hollande. Napoleón Bonaparte tomó asiento para aconsejarle sobre el arte de la guerra en tiempo de paz.

–Desde el principio advertí de que la recuperación no iba a ser fácil ni rápida

–Nada puede ir bien en un sistema político en el que las palabras contradicen los hechos.

–Ya. Las medidas que tomamos hacen daño a la gente, pero son imprescindibles.

–Bueno, Si quieres tener éxito, promete todo y no cumplas nada. Sólo la verdad es siempre ofensiva.

–Es cierto. Dijimos que no se pueden subir los impuestos en recesión, y que «no tocare sanidad ni la educación», y que «no pienso dar ni un solo euro de dinero publico a los bancos.» Luego está lo del IVA. «Prefiero no subir el IVA en 2013 pero también le digo que si en ese momento es bueno subir el IVA lo haré, y haré cualquier cosa aunque no me guste y haya dicho que no lo voy a hacer.»

–No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que son demasiado cobardes para manifestarla»

–Buff.

–Pero recuerde que la verdadera felicidad social consiste en la armonía y en el uso pacífico de las satisfacciones de cada individuo, y que todo ser humano es libre si su libertad no atenta a la de los demás.

–It’s very difficult todo esto. Vivo en el lío

–Mariano. Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza

–Mmmm… Sí, tienes razón. Lo importante ahora es no perder el rumbo ni bajar la intensidad del cambio.

–Exactamente. Es cuestión de tiempo que sólo haya tranquilidad en Europa cuando haya un solo jefe, un solo emperador que tenga por oficiales a los reyes y distribuya los reinos a sus capitanes. Sólo con un poder absoluto se puede vencer la necesidad.

–Como Dios manda. ¿Y qué piensas de la Merkel?

–Que el único error que he cometido en mi vida es no haber quemado Berlín.

–Je, Je. Oye. I ahora que lo pienso. Lo de la consulta del referéndum, ¿qué hago?

–¿Los catalanes? Olvídate. Los catalanes son franceses confundidos.

–Y me lo dices a mí. Quizás la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión…

–Tanto da. Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los gobiernos para adormecer a sus estados.

–¿Y qué hago con el caso Bárcenas?

–Mira. En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza. Pero también comprendo que el método más seguro de permanecer pobre es, sin duda, ser una persona franca, así que antes de pensar en la injuria que hemos recibido, Mariano, hay que dejar pasar cuando menos una noche.

–Bárcenas… A veces estamos pensando siempre en lo material, y al final los seres humanos somos sobre todo personas.

–Pero recuerda que la ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza, y que la envidia es una declaración de inferioridad.

–Qué razón tienes. Así pues, no tenemos de qué avergonzarnos. Trabajamos para los que protestan. ..Como Dios manda».

Marianobonaparte

Mariano Rajoy presenció el partido de España en directo junto a Napoleón Bonaparte

 

(Esta dialéctica paradoxográfica, publicada el junio de 2013 por F.Frost, fue posible gracias a los préstamos de Wickiquote, El economista y AS)

Share This:

Esta entrada ha sido publicada en Paradoxografías, Todo y etiquetada como , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *